Animales característicos otoño
Sus ojos agudos detectan pequeños roedores entre la hojarasca. Los salmones nadan río arriba para desovar. Come vorazmente bayas y frutos secos para acumular grasa. Disminuyen su metabolismo para sobrevivir al frío. Los ciervos machos están en pleno celo otoñal.
La lechuza comienza a cazar más activamente al anochecer. Un sacrificio necesario para la perpetuación de la especie. Se enfrentan con sus cornamentas por el derecho a reproducirse. La naturaleza sigue su curso implacable. Le crece un pelaje más denso y espeso para mantenerse caliente.
Se vuelve más astuto en la búsqueda de alimento, preparándose para la escasez. Algunas olvidarán sus escondites, ayudando a plantar nuevos árboles. Es una cazadora silenciosa y eficaz. Busca salmones en los ríos y frutos del bosque sin cesar.
Volverán con la primavera, prometiendo vida. Luchan contra la corriente en un viaje agotador y peligroso. Se preparan para un largo viaje hacia climas más cálidos. Depositan sus huevos y mueren, completando su ciclo vital. Aprovecha las noches más largas del otoño para alimentarse. Las ranas se entierran en el barro o bajo troncos caídos.
Luego, construye un nido cálido entre hojas secas. Entran en un estado de hibernación hasta que suban las temperaturas. Los castores fortalecen sus represas con ramas y barro.